Calderón del Embarque

Cinthya Machado Zuloaga tiene en sus manos la carta de despedida que el interino, encargado, autoproclamado, etc., y más, le envió a Humberto Calderón Berti, supuesto embajador encargado de Venezuela en Colombia. Lee la carta y se ríe. Mueve su cabeza y su pelo es una cortina dorada que cubre su cara por un momento. “Diplomacia de la buena, es esto”.-dice y sigue sonriendo.

“Nunca imaginó André Breton que el surrealismo se iba a quedar entre nosotros los venezolanos. Lo malo es que no es artístico. Es muy pirata, pero surrealismo al fin. Un Presidente encargado que saca de su cargo a un embajador encargado por él, y de paso le da las gracias por su amable atención, y que de ahora en adelante puede irse bien lejos. Qué diplomacia tan directa y tan viva la pepa. Y a lo mejor, dice uno, este Calderón que estaba encargado de la investigación de la corrupción con los dólares que les dieron para pagar a los militares que se sumaron a la ayuda humanitaria para entrar a Venezuela aquel día, y que luego desaparecieron en manos de Rosalba Becerra y Kevin Rojas, a lo mejor esa investigación ya llegó hasta sus últimas consecuencias como dicen los políticos. Se sabe todo, pero quien lo sabe es Calderón y hay que sacarlo ya antes de que nos diga quién fue quien mató a Consuelo”. Dice Cinthya.

Llega el mesonero y coloca las dos tazas de café sobre la mesa y dice: “Señorita, entre el diálogo de la canciller colombiana, Claudia Blum, y el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, y ahora la botada que le dio Guaidó a Calderón del Embarque, no se sabe cuál es el verdadero falso positivo”. Cinthya lo mira con admiración y le pregunta:

-¿Por qué usted lo llama Calderón del Embarque?

Y el mesonero no lo puede creer. La mujer más bella del mundo le ha hecho una pregunta. Y él se acomoda en el bate y dice:

-Porque seguramente los embarcó con la investigación acerca de la corrupción del régimen de Guaidó, y lo descubrió todo, y ahora por eso lo están botando.

Ella le sonríe y le agradece la respuesta con un gesto. Y él se marcha lleno de contento y de felicidad.

Y Cinthya termina diciendo: “Y lo peor es que esa oposición que todavía no sabe para dónde va, ahora quiere reelegir en la Asamblea en desacato al hombre que ha cometido más errores políticos en el país, a Juan Guaidó”.