Caso Próvolo: “Que el pecado de algunos hermanos no destruya la comunidad pastoral”
Buenos Aires (AICA): El obispo auxiliar de La Plata y comisario apostólico designado por la Santa Sede para el llamado “Caso Próvolo”, monseñor Alberto Bochatey OSA, brindó detalles sobre su tarea al frente de la causa, en la que esta semana la Justicia Penal dictó la sentencia. El obispo lamentó el papel desempeñado por algunos medios de comunicación.
Monseñor Alberto Bochatey OSA, obispo auxiliar de La Plata y comisario apostólico designado por la Santa Sede para el llamado “Caso Próvolo”, del que esta semana se conoció la sentencia que declaró culpables a los religiosos involucrados en abusos sexuales contra niños y adolescentes, brindó una entrevista a Radio Grote.
Tras conocerse la sentencia, el obispo reconoció: “Sabíamos que venían penas durísimas, las máximas. Sin duda hay heridas que no se curarán nunca, pero al menos habrá más paz, menos odio, menos resentimiento para tratar de aliviar el dolor y las heridas”.
Sobre su tarea, señaló: “Es verdad que recibo el mandato de la Santa Sede como comisario apostólico de toda esta problemática para representar a la Iglesia en este caso, por ello abordé uno de los tantos párrafos del papa Francisco, porque él ha hablado muchas veces con una gran valentía pidiendo perdón y sin el ánimo de polemizar”.
El obispo observó la labor de algunos medios de comunicación: “Hay diarios que sacan noticias de un cura pedófilo y la dejan colgada en su página web por meses, lo cual creo que es antiperiodístico, porque siempre hay que renovar las páginas”. En ese sentido, comparó: “El Papa hace grandes gestos con los misioneros, con los budistas, pero eso no tiene espacio en los medios. Por eso a veces siento que estamos muy enfermos como sociedad”.
“Yo me alegro porque la Argentina ha sido un país de una tolerancia religiosa, un ejemplo de naciones”, expresó, y consideró que “ahora nos quieren poner la sociedad en contra”. El obispo advirtió que la situación de abusos de religiosos es gravísima pero sólo constituye el 0,2% de las cifras, y se aprovecha para generar un monopolio de información en contra de la Iglesia, mientras que cuando sucede en otros ámbitos “nadie dice nada”.
El prelado aseguró que, desde que se supo del caso, la Iglesia siempre estuvo presente en el acompañamiento a las víctimas, pese a la postura de los abogados de la parte querellante: “Hay que preocuparnos por las víctimas, el colegio está cerrado y los curas están presos”, destacó.
“Esto debe seguir, es un proceso, hubo 47 acusaciones y los acusaron 25. Hubo denuncias falsas y otras no reunían las condiciones verdaderas. Nadie está negando la realidad, la justicia está para determinar penas que hagan justicia con las víctimas, no para destruir a los culpables”.
“Nunca pude tener un acercamiento con las víctimas a quienes quería, como enseña el Papa, acompañar y escuchar”, lamentó monseñor Bochatey, “porque los abogados en Mendoza, los querellantes, dicen que nunca hubo acercamiento y cuando lo pedimos dijeron que era de interesados. Soy sumamente respetuoso y lo primero que dije fue que quería pedir perdón, y los abogados me decían que quería revictimizar y quería un acuerdo económico con ellos. Una mentira absoluta: mi idea era poder acompañar a quienes han sufrido y escucharlos como padre”.
El obispo resaltó además la fortaleza del Papa, que escuchó a las víctimas: “Hubo testimonios del Papa con las víctimas. Una vez uno estuvo 45 minutos insultándolo y el Papa escuchando, luego le pidieron perdón y él los abrazó. Lo que no podemos aceptar es que incentivemos mentiras”.
“Es imprescindible que conozcamos estas cosas, condenar con dolor, con vergüenza, que pedimos perdón y que sabemos distinguir estas heridas. Que el pecado de algunos de nuestros hermanos no destruyan esta comunidad pastoral”, concluyó.+