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El primer ministro de Irak anuncia su dimisión tras semanas de protestas

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Adel Abdul Mahdi, primer ministro de Irak - Kay Nietfeld/dpa - Archivo

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, ha anunciado este viernes que va a presentar su dimisión al Parlamento con el fin de que los diputados puedan elegir un nuevo gobierno, según ha informado su oficina en un comunicado.

La decisión de Abdul Mahdi se produce en respuesta al llamamiento a un cambio de líder realizado este viernes por el principal clérigo chií del país, el gran ayatolá Alí al Sistani, según el comunicado.

Así, Abdul Mahdi ha resaltado que "ha escuchado con mucha atención" el discurso de Al Sistani y ha recalcado que "en respuesta" a su llamamiento "y para facilitarlo lo antes posible" presentará al Parlamento una petición para que acepte su renuncia.

En este sentido, ha manifestado que, de esta forma, el Parlamento "podrá reconsiderar sus opciones", antes de agregar que él ya había trasladado esta opción "públicamente y en documentos oficiales, en interés del pueblo iraquí y el país".

"Que Dios proteja a Irak y a su pueblo y preserve a la máxima autoridad religiosa como una luz y un paraguas para todos nosotros", ha zanjado el primer ministro en su comunicado, publicado en la página web de su oficina.

En el mismo, Abdul Mahdi no ha aclarado cuándo presentará su renuncia al Parlamento. Está previsto que el organismo celebre una sesión de emergencia el domingo para discutir la crisis política que atraviesa el país.

Previamente, Al Sistani había instado al Parlamento a que considerara la posibilidad de retirar su apoyo al Gobierno de Abdul Mahdi para frenar la espiral de violencia en que está inmerso el país.

El Gobierno "parece ser incapaz de hacer frente los acontecimientos de los últimos dos meses (...) el Parlamento, del que emergió el gobierno actual, debe reconsiderar sus elecciones y hacer lo que esté en el interés de Irak", ha señalado un representante de Al Sistani en el sermón televisado del viernes.

"Los enemigos de Irak y sus aparatos están intentando sembrar el caos y las luchas internas para devolver al país a la edad de la dictadura (...) todo el mundo debe trabajar junto para echar por tierra esa oportunidad", ha reclamado Al Sistani.

Los manifestantes "no deben permitir que las protestas pacíficas se conviertan en ataques contra las personas o las propiedades", ha añadido.

AL SADR APLAUDE LA DECISIÓN

En respuesta, el influyente clérigo Muqtada al Sadr ha dicho que la dimisión de Abdul Mahdi "es el primer fruto de la revolución" y ha sugerido que su sucesor sea nombrado a través de un referéndum.

En un comunicado publicado a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, Al Sadr ha detallado que este referéndum debería celebrarse para elegir a un primer ministro entre cinco candidatos.

"El nuevo primer ministro debería elegir a su Gobierno alejado de partidos, bloques y milicias y alejado de cuotas sectarias, partidistas, nacionalistas y de facciones", ha argumentado.

Por ello, ha recalcado que el movimiento 'sadrista' debe evitar ser parte del Ejecutivo y limitarse a votar en el Parlamento para impulsar políticas que representen "la opinión de la gente".

Al Sadr ha pedido además "que continúen las manifestaciones pacíficas" y "hacer frente con firmeza a cualquier persona que adopte la violencia contra los manifestantes o entre los manifestantes".

En este sentido, ha dicho que la aplicación de la fuerza contra los violentos "debe ser llevada a cabo exclusivamente por las fuerzas de seguridad", al tiempo que ha solicitado a los "países amigos y otros" que "den a los iraquíes una oportunidad de elegir su destino".

REPUNTE DE LA VIOLENCIA

El ataque el miércoles contra el consulado iraní en Nayaf, en el sur del país, ha desencadenado una escalada de la violencia. El jueves, las fuerzas de seguridad mataron a 46 personas en Nasiriya, a 18 en Nayaf y a cuatro en Bagdad, lo que sitúa el balance de muertos por encima de los 400, según el recuento de Reuters.

Este viernes, se han producido nuevos enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en Nasiriya, en el sur del país, que han dejado al menos tres muertos y varios heridos, según fuentes médicas.

Irak lleva inmerso en multitudinarias manifestaciones desde principios de octubre que, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, han dejado ya más de 354 muertos y 8.100 heridos.

Las protestas, marcadas por las críticas por la falta de empleo, el mal estado de los servicios públicos y la corrupción, estallaron el 1 de octubre y desencadenaron en los días posteriores una violenta respuesta por parte de la Policía, a la que se ha acusado de utilizar fuego real.

Los iraquíes responsabilizan a la élite política y sus patrones, Irán y Estados Unidos, y denuncian que utilizan a Irak para lograr sus propios objetivos de influencia regional sin prestar atención a las necesidades de la gente corriente.

LLAMAMIENTOS PARA LA DIMISIÓN DE ABDUL MAHDI

Al Sadr ya reclamó en octubre la dimisión del primer ministro y apostó por aunar fuerzas con el líder opositor Hadi al Amiri, para lograr sacarle del poder e iniciar reformas.

Al Amiri, que en un primer momento se mostró favorable a esta opción, dio marcha atrás después de la intervención de Teherán para impedir el cese de Abdul Mahdi y reclamar tiempo para la aplicación de medidas en respuesta a las peticiones de la población.

Sin embargo, las protestas no han cesado y el aumento del número de muertos a causa de la represión ha derivado en una espiral de violencia que ha caldeado aún más los ánimos entre la población.

Así, el ex primer ministro Haider al Abadi se sumó el jueves a los llamamientos a favor de la dimisión de Abdul Mahdi y la formación de "un nuevo Ejecutivo independiente".

Al Abadi sostuvo en su comunicado que ello abriría "una fase de transición" de cara a la celebración de elecciones anticipadas, que deberían celebrarse "bajo una ley (electoral) igualitaria y con una comisión independiente", con apoyo de Naciones Unidas.

Por su parte, el bloque parlamentario Sayirún, que se impuso en las elecciones celebradas en 2018, pidió una "sesión de emergencia" del Parlamento. Asimismo, pidió la comparecencia del jefe del Ejército, Yamil al Shamari, y que "sea llevado ante la justicia por el asesinato premeditado de manifestantes".

Por último, advirtió de que si el presidente del Parlamento, Mohamed Halbusi, sigue impidiendo que Abdul Mahdi comparezca ante el organismo, "procederán a cesarle por los medios legales".