Malta
Matar por 150.000 euros: el acusado de asesinar a la periodista Daphne Caruana revela la trama
by Anna Buj | Roma- Una bomba acabó con la vida de la periodista en 2017, quien investigaba casos de corrupción política en la isla
- El crimen ha sacado a la luz los fallos del Estado de derecho en el país
Es un escándalo monumental en un país miembro de la Unión Europea. El terremoto en Malta por el asesinato de la periodista Daphne Caruana Galizia ha dado un nuevo giro este viernes, después de que se hayan conocido los detalles más escabrosos del complot para matar a esta ávida reportera de investigación que descubrió turbias relaciones de políticos y empresarios y fue clave en la vinculación maltesa con los papeles de Panamá.
La agencia Reuters ha publicado hoy el relato de Vince Muscat –que no comparte parentesco con el primer ministro, Joseph Muscat- uno de los tres presuntos asesinos a sueldo en la cárcel a la espera de juicio, quien ha revelado el precio que cobraron por matar a una reportera: 150.000 euros. Muscat aceptó contarlo todo a la policía en el 2018 para intentar conseguir un indulto, y Reuters consiguió entonces esta información, pero no la ha publicado hasta ahora para no interferir en la investigación.
Vince Muscat, conocido por la policía por delitos menores, confesó que les pagaron los 150.000 euros en metálico y con un adelanto de 30.000, y también que unos mafiosos malteses les proporcionaron la bomba que mató a Caruana, suministrada por el crimen organizado italiano. La policía cree que sus secuaces fueron los hermanos George y Alfred Degiorgio, conocidos por los apodos de Ic-Ciniz (el chino) y Il-Fulu (el frijol), líder y miembro de una banda organizada, respectivamente. Al contrario que Muscat ellos niegan todos los hechos.
El testimonio del asesino es vergonzoso. Muscat explicó que su primera intención era matarla a tiros, y para ello compraron un rifle con mira telescópica proveniente de Italia. Alfred era quien iba a disparar el arma. Empezaron a observar los movimientos de Caruana y estudiaron su casa, identificando una ventana donde a menudo se sentaba para trabajar con su ordenador. En un momento dado incluso colocaron sacos de arena para poder apoyar el rifle y matarla con precisión. Luego, por motivos que todavía no se han esclarecido, la banda decidió que sería demasiado difícil dispararla. Así que tras devolver el rifle a su proveedor, les proporcionaron una bomba y les enseñaron a detonarla. La colocaron debajo de su coche en la noche del 15 de octubre del 2017, un día en que el vehículo estaba aparcado fuera de la puerta del recinto amurallado donde vivía Caruana en un chalé.
Alfred Degiorgio colocó la bomba y su hermano George la detonó desde un yate
La fuente que informó a Reuters del testimonio explica que Alfred Degiorgio fue quien entró en el coche apalancando una de las ventanillas triangulares traseras del coche, mientras su hermano George vigilaba desde lo alto y Muscat el camino en el exterior de la casa de Daphne. El asesino entonces se arrastró dentro del coche y colocó la bomba bajo el asiento del conductor. En las vistas judiciales, la policía relató que los datos telefónicos revelaron que George Degiorgio se embarcó en un yate y estaba en el puerto de La Valeta cuando la reportera salió de su casa, poco antes de las tres de la tarde del 16 de octubre. Fue él quien envió un mensaje de texto desde el yate a un dispositivo dentro del coche, y detonó así la bomba que acabó con la vida de Caruana.
El primer ministro, acorralado
El relato se hace público en momentos muy difíciles para el primer ministro, acorralado por una serie de dimisiones en su entorno por este asesinato. Su jefe de gabinete y buen amigo Keith Schembri renunció el martes tras verse relacionado, y la policía de este país confirmó que estaba interrogándole como una “persona de interés” en la investigación. La tormenta política se levantó con el arresto del magnate Yorgen Fenech, que dirige Electrogas, la central eléctrica y de gas del país, después de que un intermediario, el taxista Melvin Theuma, aportara información relevante sobre el caso Caruana tras recibir el compromiso de que tendría inmunidad a cambio de ella. El asesino Vince Muscat protesta por este trato para Theuma, que dice que fue quien les pagó en efectivo diez días antes del atentado en un lugar llamado Ramla Taz-Zejtun, en el sur de Malta. El taxista está en libertad condicional y está previsto que testifique en contra de Vince, cuando fue este quien condujo a la policía hasta el taxista.
Otra investigación de Reuters destapó el año pasado que Schembri y otro colaborador de Muscat, el ministro de Turismo Konrad Mizzi –que antes era ministro de Energía, fue quien concedió el contrato a Electrogas y también renunció el martes– recibieron sobornos a través de empresas en Panamá de una empresa secreta de Fenech en Dubái. Además de Schembri, el diario Times of Malta revelaba que también ha sido detenido el médico de Fenech, Adrian Vella, que sería la persona que habría hecho de mensajero entre el empresario y el hombre de confianza del primer ministro. Mantenían contacto telefónico constante, y la última llamada se realizó horas antes de que Fenech tratara de escapar de Malta con su yate antes de ser arrestado. El Gobierno de Malta ha rechazado hoy garantizar la inmunidad a Fenech a cambio de cooperar.
Mientras, el ministro de Economía, Christian Cardona, se ha suspendido a sí mismo de sus funciones. Él fue interrogado el sábado por la policía y puesto en libertad el mismo día. Está salpicado porque era un objeto recurrente de las investigaciones de Caruana, contra quien se estaba querellando en el momento del asesinato. La reportera había denunciado que Cardona y uno de sus colaboradores habían sido vistos en un burdel alemán durante una visita oficial del Gobierno maltés.
Las peticiones de dimisión del primer ministro por parte de la oposición siguen creciendo, y la sensación es que Muscat está acorralado. La hermana de Caruana, Corinne Vella, sostiene en declaraciones a este diario que el primer ministro no debería pasar un minuto más en el cargo. “Toda esta corrupción se sabe desde hace tres años, está documentado. El primer ministro lo tenía que saber, por lo tanto es cómplice y debe marcharse”, subraya la hermana de la periodista.