Cambio de ciclo también para las empresas: los beneficios comienzan a reducirse
El beneficio ordinario se ha reducido un 1% en los tres primeros trimestres de 2019 como consecuencia del parón de las ventas y la subida de los costes salariales
by Javier G. JorrínLas empresas tampoco son inmunes al cambio de ciclo económico y ya están sufriéndolo en sus propias cuentas de resultados. El beneficio operativo de las empresas españolas durante los tres primeros trimestres del año se ha reducido un 1% respecto al mismo periodo del año anterior. Así lo ponen de manifiesto los datos de la Central de Balances publicada este viernes por el Banco de España. En 2018, el ritmo de los beneficios ordinarios avanzaba a tasas superiores al 5%, lo que indica la incidencia de la desaceleración económica en los últimos meses.
Las causas de esta pérdida de beneficios son principalmente dos. La primera es la desaceleraciòn de la producción, como consecuencia de la debilidad de la demanda. El valor añadido bruto (VAB) ha crecido apenas un 0,3% en este periodo, lo que significa un estancamiento total de las cifras de negocio. "La desaceleración del VAB fue algo generalizado, de modo que las tasas medianas de crecimiento fueron inferiores a las del año previo", señala el Banco de España. Las empresas se vieron obligadas a contener costes para compensar la pérdida de dinamismo de la actividad. Las compras netas se redujeron un 1,7% y el resto de gastos de explotación aumentaron un 0,8%.
La segunda es la subida de los costes salariales, tanto por las nuevas contrataciones como por la subida salarial aprobada en 2019, fruto de los nuevos convenios colectivos y del salario mínimo interprofesional (SMI). En total los gastos de personal han aumentado un 2,9% en los nueve primeros meses del año. Se trata de la partida que más ha crecido, pero no a una tasa superior a la que experimentaba hace un año, cuando el avance superaba el 3,5%.
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Con estos números sobre la mesa, el beneficio ordinario de las empresas sin tener en cuenta las partidas financieras se redujo un 1,6%. Claro síntoma de la desaceleración económica. Solo las políticas expansivas del Banco Central Europeo (BCE) han logrado compensar este deterioro de la actividad. La entidad ha puesto más estímulos en funcionamiento en los últimos meses, lo que ha provocado una apreciación de los títulos financieros y una reducción de los tipos de interés. El resultado es que las empresas han visto cómo sus ingresos financieros crecían un 8,8% en los nueve primeros meses del año, frente al descenso del 4,4% que sufrieron hace un año. Además, los gastos financieros se han reducido un 3%.
Los beneficios de las políticas del BCE han contrarrestado la caída del beneficio de explotación hasta el punto de generar una reducción del beneficio operativo del 1%. Esta caída de las ganancias fue generalizada a todos los sectores salvo el de la energía, que ha experimentado un repunte gracias al refino. Los peores datos se concentran en la industria, donde la caída del beneficio alcanza el 27%. En el comercio y la hostelería, la reducción de las ganancias fue del 2,8% y en la información y comunicaciones alcanzó el 2,2%.
El porcentaje de empresas en pérdidas (medida como rentabilidad negativa de los recursos propios) aumentó durnante los tres primeros trimestres del año, pasando del 26% de hace un año al 27,9%. La rentabilidad mediana se reudjo hasta el 7,6% respecto al 7,9% de hace un año.
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