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Lacalle pasa al Frente

El nuevo presidente de Uruguay cierra un ciclo progresista de 15 años. Gobernará con una coalición conservadora donde pesa la voz de una formación ultraderechista. Su triunfo resta socios políticos regionales a Alberto Fernández

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El nuevo presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou se reunirá el próximo lunes con el Jefe de Estado saliente Tabaré Vásquez para delinear los detalles de la transición. Es de suponer un traspaso de poder sin cortocircuitos, acorde a un sistema política donde prima el diálogo inter partidario y los discursos moderados. Sin embargo, el abogado Lacalle Pou, hijo de un ex presidente que es una figura de estirpe en el Partido Nacional, deberá zanjar antes una agenda más espinosa, el reparto de cargos ministeriales y su programa de gobierno con sus socios políticos.

La coalición de gobierno uruguaya estará conformada por cinco formaciones: los tradicionales Partido Nacional y Partido Colorado, el emergente ultraderechista Cabildo Abierto y dos espacios menores en representación electoral, el Partido de la Gente y el Partido Independiente. Fue necesaria la unidad de todos esos sectores para que el bloque conservador uruguayo pueda vencer por escasos votos a la entente progresista del Frente Amplio.

El analista uruguayo Marcelo Pereira así describe los presumibles primeros pasos de Lacalle Pou al frente del Poder Ejecutivo: “Lacalle Pou hace mucho énfasis en que el Estado debe recuperar la autoridad, especialmente en el área de seguridad pública. Si proyectamos esa mirada a un gobierno que va a tener seguramente mucha oposición social eso da alguna señal de preocupación porque se presupone que no tolerará resistencia en la calle a sus iniciativas. Por otro lado, seguramente apoyará un marco de flexibilización laboral, eso implica romper los marcos legales existentes a favor del asalariado en Uruguay. Él ha insistido mucho en que el Estado debe promover una mayor elasticidad en los convenios colectivos de trabajo y también remarcó sus críticas al Frente Amplio por su buena relación con los grandes sindicatos”.

A su vez, el nuevo Canciller del vecino país será el reciente candidato presidencial por el Partido Colorado Ernesto Talvi, un dirigente identificado con las políticas comerciales aperturistas. El perfil del próximo hombre a cargo de las relaciones exteriores del Uruguay anticipa la falta de aliados con las que contará el ex gobernador bonaerense Felipe Sola al momento de negociar con sus pares la letra chica del Mercosur. Por otro lado, el próximo jueves habrá cumbre de Jefes de Estado del bloque de la Cuenca del Plata en Brasil con dos particularidades: participarán dos mandatarios salientes, Mauricio Macri y Tabaré Vásquez, y a su vez el presidente anfitrión Jair Bolsonaro llevará a la cita una agenda refundacional: plantea reducir drásticamente los aranceles proteccionistas de la unión aduanera. Un planteo refundacional para una mesa de cuatro presidentes, donde dos mandatarios ya están haciendo las valijas. Casi un golpe de Estado, en este caso a una mesa multilateral. Un movimiento de Bolsonaro acorde a los tiempos que corren.

En la vereda de enfrente a Lacalle Pou comenzará un inevitable recambio en la cúpula dirigencial del Frente Amplio apuntalada por dos motivos: la derrota en las urnas y el natural retiro del centro de la escena de sus mayores referentes en el siglo XXI: José Mujica y Tabaré Vásquez. En principio, es factible que el candidato derrotado Daniel Martínez vuelva a ser la carta electoral del Frente Amplio cuando se dirima la Intendencia de Montevideo, el mayor terruño político frenteamplista. Por otro lado, tal como reflejaron las urnas, el mujiquismo –es decir los partidos del Frente identificados con el liderazgo de Mujica- pasarán a ser voz de mando en el Frente Amplio ya que sus candidatos cosecharon más votos que los dirigentes identificados con las líneas más moderadas de la alianza de centroizquierda.

“Más allá de la satisfacción por los resultados de la campaña Voto a Voto, está por verse cuándo y cómo se abrirá una discusión interna sobre las causas de que se hayan perdido la mayoría parlamentaria y la presidencia. Por otro lado, está sobre la mesa –aunque no comenzará a discutirse de inmediato– una cuestión de relevos. Durante los últimos 15 años, hubo siempre un presidente de la República frenteamplista en posición de predominio, y fue indiscutible el peso de dirigentes históricos como Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori. Cuando lleguen las elecciones de 2024 el panorama será muy distinto, y el primer gran capítulo de la transición serán las próximas elecciones departamentales”, complementa el análisis sobre el futuro cercano del Frente Amplio una editorial del interesante portal montevideano La Diaria.